Nos encontramos en un momento crucial en la evolución de nuestros entornos laborales. Una reciente encuesta de Deloitte revela que el 70% de la Generación Z y los Millennials consideran que las prácticas de sostenibilidad ambiental de una empresa son un factor determinante al momento de elegir un empleador.
Esta estadística es más que un simple número; representa un cambio profundo en los valores que están impulsando a la fuerza laboral actual. Estas generaciones, que se espera que representen el 74% de la fuerza laboral global para el año 2030, no solo buscan un empleo, también buscan una alineación con organizaciones que reflejen su compromiso con la responsabilidad ambiental.
La encuesta destaca, además, que aproximadamente el 90% de los encuestados de estos grupos consideran que el sentido de propósito es crucial para su satisfacción laboral y su bienestar general. Y ese propósito está cada vez más vinculado al impacto ambiental y las iniciativas de sostenibilidad de sus empleadores.
Asimismo, la influencia de estos valores va más allá de la elección laboral. Alrededor del 65% de la Generación Z y el 63% de los Millennials están dispuestos a pagar más por productos y servicios que sean ambientalmente sostenibles. Este comportamiento como consumidores subraya un compromiso más amplio con la sostenibilidad, que se refleja en diversos aspectos de sus vidas.
Para las organizaciones, esto representa tanto un desafío como una oportunidad. Para atraer y retener al mejor talento de estas generaciones, las empresas deben integrar prácticas de sostenibilidad genuinas en sus operaciones y en su cultura. Esto incluye políticas ambientales transparentes, esfuerzos activos para reducir su huella de carbono e iniciativas que empoderen a los empleados para contribuir a los objetivos de sostenibilidad.
En conclusión, abrazar la sostenibilidad ambiental ya no es opcional para aquellas organizaciones que buscan prosperar en el entorno laboral moderno. Es un imperativo estratégico que se alinea con los valores de un segmento significativo y en crecimiento de empleados y consumidores. Pero para que este cambio sea realmente transformador, no basta con contar con expertos en sostenibilidad; es necesario formar a todos los colaboradores, convertirlos en embajadores de prácticas sostenibles y generar una cultura organizacional donde cada acción cuente. Solo así lograremos un verdadero cambio en el modelo de negocio, integrando la sostenibilidad en el ADN de cada empresa.